top of page

Calendario Anual de Festividades

Fiesta de la Chaya

CHAYA

 

Esta palabra proviene del quichua que significa rocío de agua. A su vez deriva de Challay que significa: mojar o rociar con agua. La Chaya es una celebración prehispánica en la que se agradecía a la Madre Tierra o Pachamama por los frutos cosechados. En nuestra zona ha adquirido una forma peculiar de celebración, que difiere de otras regiones y puntos del país.El Topamiento: el domingo de carnaval se inicia con un ritual que tiene como protagonistas a la Cuma y el Cumpa, la Guagua, el Pusllay (Pujllay), el Sacerdote y los Vidaleros.Preside la ceremonia el Pusllay, muñeco de trapo que representa un viejo ridículo, bonachón y andrajoso. Detrás del Pusllay van los cantores y cantoras que entonan sus himnos de entusiasmo al toque repetido y monótono de las cajas chayeras y de trecho en trecho beben y cantan una vidalita triste y dolorida. Mientras que en cada pausa todo el séquito tira harina en la cabeza del dios ridículo, que va sobre un burro, de un lado a otro con el cuello suelto como si no pudiera mantenerse de lo ebrio que está. Sus adornos no son otra cosa que vainas de algarroba, racimos de uva, una botella de vino y ramas con flores y albahaca.
El Topamiento es el encuentro entre la Cuma y el Cumpa; en este ritual se hacen hermanos espirituales para toda la vida. Bajo los 3 arcos hechos con caña, gajos de sauce y adornados con diversos colores van la Cuma y el Cumpa cada uno con su comitiva, se unen en el centro para intercambiar coronas y ramas de albahaca, se estrechan la mano jurándose ser compadres hasta la muerte.En este encuentro aparece la figura de la Guagua, niño fabricado con pan de arrope y frutas secas, sostenido por la Cuma, para ser rociado con vino como en un bautismo. La Guagua debe repartirse por la Cuma y el Cumpa entre los principales asistentes mientras que las comitivas realizan continuos topamientos para terminar con las estrofas de vidaleros y chayeros, que al compás de las cajas, expresan sus dichos, pesares y cantares; luego la Cuma y el Cumpa lideran sus comitivas, tras dos amagues se produce el encuentro de ambas en el centro y los asistentes les echan con alegría repentina, harina y agua sin que cesen los cantos y vidalas; finalmente las parejas rompen a bailar una zamba, bajo la autorización del Sacerdote.En nuestra zona, por cinco días se festeja el carnaval –tres días de carnaval grande y dos del chico– y el último, el domingo de cenizas, es enterrado o quemado el Pujllay. 

 

 

LEYENDA

 

La leyenda dice que los primeros españoles llegados a estas tierras se encontraron con una fiesta singular de agua y danza que celebraban los Diaguitas, quienes en la madurez del verano recordaban las memorias de una niña india muy hermosa llamada Chaya que un día, dolida de tristeza por su amor hacia Pujllay –príncipe alegre, juguetón y mujeriego; desapareció en la montaña y se convirtió en nube. Nube que cada año vuelve para alegrar la tierra y la tribu, y que se posa en forma de rocío en los pétalos de la flor del cardón.Es por eso que la tradición popular la llamó Chaya o agua de rocío, y por ello también la Chaya sería así la búsqueda ancestral de aquella diosa india.Cuenta la leyenda que Chaya era una muy bella jovencita india que se enamoró perdidamente del Pujllay, un Dios de orden menor, joven, alegre, pícaro y mujeriego. La bella jovencita, al no ser debidamente correspondida, se internó en el monte a llorar sus penas y desventuras amorosas hasta que desapareció. A partir de ese momento, sólo retornaría cada año a mediados del verano del brazo de la diosa luna (Quilla, en quichua) en forma de rocío o fina lluvia.Entretanto el Pujllay, sabiéndose culpable de la desaparición de la joven indiecita, siente remordimiento y procede a buscarla infructuosamente por todo el monte hasta que, enterado de su retorno a las tribus con la luna de febrero, vuelve para continuar la inútil búsqueda. Con muecas de alegría, entre la algarabía de todos los que festejaban la siempre esperada cosecha, indaga con desesperación y ahoga con chicha (bebida realizada con maíz fermentado) su soledad y su fama de Don Juan, emborrachándose. En ese momento lo sorprende la muerte. Toda esta fiesta esta matizada por el permanente sonido de las cajas chayeras, que el da un marco único.
Caja: es un tambor de origen preincaico que acompaña al canto de las seis provincias del noroeste argentino. Este instrumento se compone de dos parches de cuero de cabra, oveja o vaca; uno de los parches va atravesado con una trenza hecha de crin de caballo, llamado chirlera, cuya finalidad es hacer zumbar el sonido del cuero dándole un tono dramático.

bottom of page